La intervención debe considerarse un hito en su contexto con el
fin de generar prioridad y ser un punto
de encuentro reconocible en el campus.
Se propone por tanto, diseñar el edificio como elemento visible
desde lejos entre los árboles, con un efecto similar a las luces de un estadio
de fútbol.
La imagen de un edificio universitario debe transmitir la idea de
apertura y acogida. Debe ser optimista y transparente. Su acceso debe invitar a
entrar.
Se deben fundir los espacios exteriores con los interiores y lo
usuarios deben acceder a él con naturalidad.